Todavía queda Magia...
Me encontraba tan triste como el día. Los negros nubarrones que oscurecían el exterior no eran menos negros que mi estado de ánimo. Llovía a mares. Observaba el cielo tras una ventana cuando alguien golpeó la puerta de mi casa. Era una chiquilla de apenas siete años. Estaba empapada. Parecía que la tormenta había caído enteramente sobre ella. Miré a la calle pero estaba vacía. Únicamente vi a la niña frente a mi entrada. La invité a pasar y corrí al baño a buscar unas toallas con las que secarla y hacerla entrar en calor.
¿Qué ha ocurrido pequeña?. ¿Te has perdido?. ¿Y tus papás?.
Las preguntas se agolpaban en mi cabeza.
No recibí respuestas.
Le preparé un tazón de leche bien calentita y ella se lo bebió agradecida. Su sonrisa llenó la habitación con una luz especial. Milagrosamente la lluvia cesó y el Sol anunció su llegada desplegando un Arco Iris en el cielo. Abrí una ventana extrañado. Me volví hacia la niña pero... ya no estaba. Había desaparecido. Solo me dio tiempo a ver como una mariposa revoloteaba por la habitación y se colaba por el hueco de la ventana, volando libre hacia el exterior.
Sin saber muy bien el porqué comencé a reír.
2 comentarios
Diana -
En fin...
Felicidades por eso!
Shao -
PD: Te había dicho ya lo precioso que está ésto? (Que conste que sigo teniendo el modo peloteo "off")
Besitos :D